Brasil: Río Verde no consigue la meta necesaria para el apagón; Telcos y emisoras de TV llegan a un punto muerto

El apagón de la televisión analógica llegó a un punto muerto. Los primeros números de Río Verde no permiten el apagón, y las compañías de telecomunicaciones y radiodifusores no lograron llegar a un acuerdo dentro de la propuesta realizada por Anatel. En otras palabras, le corresponde al Ministro de Comunicaciones André Figueiredo decidir qué hacer, teniendo de un lado la presión de los grupos de televisión y por el otro a las empresas de telecomunicaciones que han invertido 9.000 millones de Reales para adquirir el derecho al uso de la banda de los 700MHz.

 
Las cifras: la última encuesta de Ibope realizada en Rio Verde, ciudad-piloto del apagón, la cual debe tener su señal analógica desconectada el próximo lunes 30, muestran que el 62% de los hogares son capaces de recibir la señal digital. El objetivo era del 93%. Éste porcentaje cuenta los criterios actuales, que excluyen a los hogares con televisión por cable y por satélite de la base. Si el criterio fuera otro, incluyendo esos domicilios, el porcentaje sería del 86% y más cercano a la meta, pero aún insuficiente para hacer el apagón ahora. Otros interesantes datos de la investigación: el 38% de domicilios no aptos para el apagón son en su mayoría (32%) pertenecientes a las clases C, D y E. La clase B sólo contribuyó con 6 puntos porcentuales del 38% y no hay prácticamente ningún hogar de la Clase A sin recepción digital.

 
Dos estaciones de televisión sólo empezarán a transmitir su señal digital ésta semana. Por lo tanto, un retraso de dos meses para el apagón analógico, según lo predicho por el Ministro Figueiredo la semana pasada, podría aumentar el porcentaje si se utilizan los criterios de las empresas de telecomunicaciones. El Ministro de Comunicaciones tendrá que legalizar ésta postergación en Río Verde, quedando la discusión del criterio para principios del 2016.

El punto muerto: Las empresas de telecomunicaciones y las estaciones de televisión no llegaron a un acuerdo sobre las nuevas directrices propuestas por Anatel para el apagón. La agencia propuso que en 2018 sólo se produzca el apagón en las ciudades donde el espectro de 700 MHz esté congestionado, añadiendo a las capitales de los estados del Norte y Nordeste. Las otras ciudades quedarían para 2023. Las compañías de telecomunicaciones han pedido la inclusión de hogares con TV cable y vía satélite en el porcentaje de 93%, y que hubiera una publicidad más invasiva sobre el apagón.

Las emisoras de televisión, que querían apagar sólo ocho grandes áreas metropolitanas, no aceptaron ni cambiar los criterios ni la publicidad invasiva y no ven factible hacer el apagón en otras capitales. La situación está en un punto muerto.

Las estaciones de TV entienden que la publicidad invasiva, con mensajes de advertencia sobre el apagón que aparece en la pantalla de los espectadores durante la programación normal, perjudicaría más los negocios ya afectados por la dinámica del mercado de las comunicaciones y la crisis económica. Y ponderan que si se incluye a la TV por cable y vía satélite en las cuentas de los hogares capaces para el apagón sería asumir que la televisión terrestre es menos relevante.

Las empresas de telecomunicaciones están convencidas de que sin la publicidad invasiva, no hay ninguna posibilidad de alcanzar el porcentaje establecido del 93%. Cuentan con la previsión contractual que en 2018, sea cual sea el escenario, tendrán el derecho a ocupar el espectro de 700 MHz. No hace falta decir que 2018 es un año políticamente complejo, y la presión volverá a caer en el Poder Ejecutivo o va a terminar en los tribunales.

Una alternativa está siendo estudiada por las empresas de telecomunicaciones que se presentará al gobierno: una vez más cambiar los criterios del apagón, por lo que al igual que en México, se repartirían receptores de televisión digital (set-top-boxes) entre la población de bajos ingresos.

-Samuel Possebon