Brasil: Si la postergación es inevitable por lo menos salven el apagón en Rio Verde

Parece ser que las compañías de telecomunicaciones y estaciones de televisión se sentarán a la mesa, junto con el gobierno, para volver a diseñar el cronograma del apagón de la TV analógica y liberar el espectro de 700 MHz para la banda ancha móvil. El proceso de transición que estaba programado a ocurrir a finales de 2018 ganó esta semana nuevos colores. Las emisoras hicieron una propuesta pública que ya se estaba discutiendo detrás de bastidores, para desvincular el apagón analógico de la repartición del dividendo digital y así liberar el espectro de 700 MHz siempre que sea posible de inmediato, la ampliación de los períodos de digitalización en las ciudades en las que es absolutamente necesario. La propuesta obtuvo el respaldo del recién nombrado ministro de Comunicaciones André Figueiredo, e incluso la presidenta Dilma Rousseff dijo que el cronograma puede ser ajustado.

Los argumentos son muchos: la situación económica de los canales de televisión, la dificultad de la población de comprar nuevos televisores en medio de la crisis, el año de los Juegos Olímpicos, el año electoral, el tipo de cambio que la EAD tendrá que enfrentar para la compra de equipos, etc. Una larga lista de obstáculos que no hará sino crecer.

Por el lado de las empresas de telecomunicaciones, algunas de las razones para el acuerdo comienzan a tener sentido, sobre todo si tienen éxito en este nuevo pacto con las estaciones de televisión, los compromisos de arranque de una publicidad más agresiva sobre la digitalización, con la inclusión de barras informativas en medio de la programación, y especialmente si se puede revisar los criterios para el 93% de los hogares elegibles, si no se cambia el porcentaje, al menos, cambiar la forma de contar estos hogares. Todo con el poder de la pluma del Gobierno para aprobar el acuerdo.

En medio de este cambio en la dirección de vientos, una cosa quedó en el camino: la ciudad de Río Verde. La transición en la ciudad-piloto está totalmente movilizada para ser la primera ciudad para apagar la señal analógica ya en noviembre. Autoridades, comerciantes, medios de comunicación locales y toda la población está involucrada en el proceso, algo que no parece mucho a los que observan de lejos, pero está muy presente en la vida de la ciudad, los testimonios de los que están allí. Los que siguen el día a día de transición en la ciudad asegura que hay un clima favorable para el apagón, un deseo que suceda. Si Río Verde no se apaga, sería la desmoralización completa de las políticas públicas, sobre todo delante de aquella población. No es que la población de Río Verde vaya a hacer la diferencia en los índices de popularidad del gobierno, pero el mensaje que quedará para las demás ciudades sería pésimo, y garantizar la seriedad de cualquier cronograma, mucho más difícil. Posponer el cierre en otros municipios en los que la movilización aún no ha comenzado puede tener sentido, pero no logran hacer el apagón en la primera ciudad que estaba en el cronograma, donde se superaron prácticamente todas las dificultades, sería un tiro en el pie. Eso, al menos, es la opinión de EAD y Gired. Resta saber si hará alguna diferencia en la mesa de negociaciones.

-Samuel Possebon